📌 OTRA VEZ, OTRO AMIGO DE MIS HIJOS📌

Me llevaba muy mal con el amigo de mis hijos, no teníamos conexión, hasta que un accidente nos ayudo.

Hola, tendría yo 50 años, casi 6 meses de separada de mi marido, piloto de aerolíneas, ya relate algún acontecimiento anterior, lo que comento hoy fue algo muy especial que me dejo incomoda en un principio.

Hacía meses que mis hijos, casi en simultáneo con la separación de mi marido, habían adoptado a un hermano, me explico, un compañero de ellos de toda la vida en el colegio, vivía algo parecido, el divorcio definitivo y traumático de sus padres. El chico en cuestión ya de veintitantos años había quedado  a la deriva, no congeniaba con ninguno de sus padres.  Por mi parte hasta este día no tenía el mejor de los conceptos de él, durante los años de escuela no era muy comunicativo, poca o nula conversación habíamos tenido, no saludaba, no demostraba empatía conmigo, pocas veces me agradeció si se quedaba a cenar o dormir, a veces no sabía que estaba en casa.  Paso el tiempo, terminaron la secundaria, era compañero de curso del mayor de mis hijos, siguieron en la facultad, por el tiempo de mi relato, estaban creo en 4to año de la universidad, ya casi con 24 años un poco lentos en sus progresos.  Sigo, se me aparece en Febrero luego de las vacaciones con mi marido, a las que acompaño a mis hijos en su primera salida solos con el padre.  Cuando me doy cuenta estaba afincado en mi casa, desayunaba, almorzaba o cenaba y dormía en la habitación con Facundo.  La situación empeoraba todos los días, nadie me informaba del motivo por el cual teníamos un inquilino en casa, ni por cuanto tiempo, ya me molestaba, seguía introvertido, y con los meses, ya hasta me contestaba mal, pedí muchas veces explicaciones, hasta que un día mi hijo mayor me relato con detalles la situación, había sufrido muchísimo la relación de sus padres desde pequeño, el divorcio de sus padres fue traumático para él y como dije estaba a la deriva, no tenía amigos excepto a Facundo y un poco con mis otros hijos. Ahí comencé a comprenderlo primero, a tratar de ayudarlo sin que me molestaran sus contestaciones, a ser más cariñosa, el no respondía, era duro, ya estaba más preocupada por el que con mi familia.

Un día jugaban al futbol en la quinta de unos amigos de la familia, habíamos ido todos en mi camioneta y me llamaron que se había esguinzado un tobillo, me acerque presurosa y me dispuse a ayudarlo, hielo, masaje con un calmante en pasta y luego lo vende con mucho esmero, la primera vez que me mira a los ojos y noto que le brillan, mientras lo termino de vendar me acaricia la mano como dándome las gracias.  Primera vez un gesto de empatía conmigo y cambio mi visión de Pingo, así le decían.

Era un sábado a la tarde cuando esto ocurrió, por la noche cenamos y me dispuse a volver a casa con todos, pero todos no volvían, el mayor noviaba con la hija de mis amigos, y los otros festejaban a unas amigas de esta chica, me vuelvo sola a casa y Pingo decide acompañarme, no tenía ninguna relación que mantener ahí, y adujo que le dolía el pie todavía, y que no le parecía que yo volviera sola por la ruta, nos pareció a todos lógico y accedí.

Ya en casa se fue a duchar y a dormir a la habitación de mi hijo en la planta baja, yo por mi parte subí mas tarde a también darme una ducha, no puedo asegurarlo pero creo que me espió mientras me bañaba, yo siempre dejo la puerta cerrada y apareció entreabierta, no me molesto, tengo hijos varones y no es la primera vez que alguien me fisgonea, no solo lo he sentido de mis hijos sino de sus amigos que se quedaban a dormir en casa en la pre adolescencia, no solo no me disgusto, me éxito, pueden ser los meses de separación sin conocer varón, la ternura de mi primer encuentro visual con este muchacho, no sé pero me fui a dormir excitada, al rato ya tenía pensamientos libidinosos, se me cruzo un jefe de mi marido con el cual me acosté dos o tres veces, otro compañero de mis hijos que me tenía recaliente durante la secundaria y que tuvo su oportunidad, ya lo conté, me gustan y existan los pendejos lo reconozco, pero a dormir se ha dicho.

Como a las tres de la mañana me siento mojada, tengo mi mano entre las piernas y realmente noto que estoy mojada, lo primero que hago es quitarme la bombacha te tengo puesta, quiero ver tv pero nada me llama, no estoy para leer tampoco y decido ir a tomar algo a la planta baja.  Bajo las escaleras, cruzo el living y cuando estoy llegando a la cocina veo la puerta entreabierta de la habitación de Facundo, me acerco y noto que este muchacho está leyendo, su espalda contra las almohadas apoyadas en la pared, algo me paso, termine de abrir la puerta me acerque a él, me senté en la cama y no me pregunte porque ni como metí mi mano debajo de la sabana y busque su miembro, ni palabra nos dijimos, en cuanto alcance a rozar esa pija, se puso dura como un madero, increíble, fue instantáneo, tremenda pija debajo de la sabana y al palo, la agarro muy fuerte y comienzo una paja despacito y sin parar un sube y baja que lo éxito, y a mí también, no llego al minuto y corro la sabana, no baje la vista, lo imagine en mi boca, y a eso fui, me lo metí en la boca, luego de darle un par de besos en la cabeza tremenda, ya lo tenía en mi boca hasta el fondo fondo, unas vueltas con mi lengua por el glande y lo solté, creo que una metida más hasta el fondo y me acababa en la boca, y yo quería algo más, me separe y fui al pie de la cama, tenía solo puesto un camisolín marrón muy corto, no me tapaba casi las cachas del culo y creo que por delante pudo ver mi entrepierna totalmente depilada pero solo un poquito. Me acomode al pie de la cama sobre la alfombra como perra en celo esperando que me ensartara por atrás, fueron segundos que me parecieron interminables, hasta que se bajó de la cama, se quitó el bóxer, lo alcance a ver con el rabillo del ojo, que pija tenia, abrí un poquito las piernas como invitándolo, pero él ya había entendido, se arrodillo detrás mío, me subió el camisolín y luego de tomarme de la cintura, no le costó nada metérmela por la concha de una y hasta el fondo, que placer, creo que de entrada se quería quitar las ganas y estuvo así bombeándome con digamos desesperación, pero se acordó de mí, se contuvo lo que pudo, bajo el ritmo, se reclino un poco con su pecho sobre mi espalda, y con una mano comenzó a acariciarme las tetas, comenzó a terminar mi excitación, no sé si a propósito, si tenía mucha experiencia, pero que bien, como despacito dejaba uno de sus dedos más separado y me rozaba el pezón, que calentura me agarro, sumado a que mis pezones con como carozos de aceituna duros, muy duros y como me existan, que no terminara nunca, cuando de repente otra vez el bombeo y ahí sí, no tome conciencia en ese momento, ahora sí, pero el pendejo acabo dentro mío, ni pregunto ni le avise, como sentí esos borbotones de leche dentro mío, cuando hubo terminado me ayudo a incorporarme, le di un primer y único beso en los labios una caricia en la mejilla y me fui, dos pasos y me di cuenta de la leche que me caída entre las piernas, mucha fluyo hasta mis pies, me volví duchar,  y pude dormir.  Cuando me desperté a eso del mediodía con la llegada de mis hijos, me desespere, pero nada, se había ido, temprano, dejo una carta de agradecimiento a mis hijos y a mí por el buen trato en estos meses.  Mis hijos contentos con lo que habían hecho por él, sin saber lo que había hecho su madre por él y por mí misma.

Gracias por leerme

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