📌Fantasía e infidelidad en Pareja madura📌
| (Una pareja madura se ve en una situación de infidelidad propiciada por la fantasía del esposo, pero la esposa no está del todo de acuerdo. Y de tanto insistir se lo piensa un poco y le agrada mucho. ¡Demasiado!) |
Este relato me lo envió Luis Fabián, un lector que me contacto y me pidió que lo transcriba tal y como pasó…-…Lo que me sucedió significó el comienzo de nuestra mejor etapa sexual. María Inés, mi esposa, tiene 52 años y es muy bonita de cara, con unos ojos grandes y bellos, es bajita de estatura 1.52 metros, con unas tetas medianas, con unas nalgas grandes, paraditas y bien formadas, esto es lo mejor de ella…Yo de 60 años no soy muy guapo, pero las mujeres dicen que soy atractivo. Nos gusta el sexo, desde que nos conocimos. Nos gustaba tener sesiones de sexo que siempre eran muy buenas. Pero en estos últimos meses creo ya no la satisfacía sexualmente ella quedaba con ganas, y en ocasiones no logaba tener una buena erección que me impedía cogérmela como es debido, notaba a mi esposa que cuando estábamos en la intimidad y lo hacíamos, no duraba mucho y ella se quedaba con ganas de más. Entonces comencé a fantasear con la posibilidad de que ella lo hiciera con otro hombre. Lo habíamos hablado entre ella y yo, pero todo quedaba como una fantasía que yo quería que evolucionara a la realidad…La sola idea de que otro hombre se la cogiera me ponía muy caliente y era cuando aprovechaba para tener relaciones sexuales con mi esposa y hacía que explote de placer, tan solo de imaginar que ella disfrutara con otro. Yo insistía y Seguido le proponía que probáramos hacerlo con otro. Siempre me decía que estaba loco, que ya éramos mayores, que ella no se imaginaba estar en la cama con otro que no fuera yo, que me amaba y nunca me seria infiel…
Pero yo seguía con lo mismo, sobre todo cuando hacíamos el amor y la tenía ensartada y muy excitada, cogiéndomela de a perrito, y dándole profundas estocadas en su mojada vagina, la cual la hacían jadear de placer, y era el momento en que le decía cosas como: -Mary, te gustaría que ahorita fuera otro quien te estuviera cogiendo, ¿así como yo mi amor? –Aahhhh, no, solo tú me gusta que me la metas, Mmhhhh, jadeaba y movía más sus ricas nalgas al compás de las duras penetradas que le propinaba. Pero yo le seguía insistiendo en preguntarle lo mismo, besándola y susurrándoselo en su oreja, que la notaba más caliente, hasta que antes, y durante su grande orgasmo es cuando se soltaba y me decía: -Aahh sí, me gustaría que otro me lo haga así de rico como tú, Mmmmmhh, no pares sigue dándome así de fuerte, Siiii… -entonces si te gustaría que otro te meta la verga así mi amor...Ahhhhh, Si, SIIIIII, pero no pares Y sigue dándome asi AAHHHHH. Y terminábamos muy satisfechos de esas placenteras sesiones de sexo… Después de esos ricos palos que le echaba a mi esposa Mary, ya no comentábamos nada de lo de que otro se cogiera a mi esposa, pero luego cuando volvíamos hacer el amor en forma apasionada, volvía con la misma idea de que se dejara coger por otro hombre, y siempre era lo mismo, al principio decía que no, pero ya que estaba muy caliente y a punto de correrse, me decía que sí, que si lo haría, y era que aprovechaba para insistirle que lo hiciéramos realidad, antes de que fuéramos más grandes de edad y ya no nos apeteciera está loca fantasía mía. Así que ya no se negaba del todo hacer realidad nuestra fantasía, porque ya la veía a ella un poco más animada…
Ayudaba el hecho de que últimamente no la satisfacía bien en la cama, esto quizá hacía que se interesara en mi loca fantasía, aunque ella no lo demostrara abiertamente…ahora ya no rehuía el tema. Y hablamos de buscar a la persona idónea para hacerlo…Al principio se mostró indecisa pues tenía miedo de mis celos después de hacerlo con otro. Pero la convencí que hacerlo me daría un gran placer y quedaríamos más unidos que nunca. Le sugerí al azar a un viejo conocido de nosotros, Esteban el Güero un tipo común y corriente, divorciado, algo menor que nosotros, no muy alto, como de mi estatura, 1.65 metros, algo pasado de peso, pues tenía una barriga cervecera, se pintaba el pelo de tonos claros de ahí que le decían el Güero. No era guapo, pero tampoco era feo, un tipo del montón, creo que yo estoy físicamente mejor que él, pero eso me convenía para que mi esposa no se fuera a enamorar de ese viejo conocido nuestro. Esteban era feo pero simpático, le gustaba piropear a toda mujer guapa y buena que se le cruzara por su camino, y eso a muchas les gustaba, pues se sentían halagadas, él decía que algunas si caían y se las llevaba a la cama a la que seducía con sus piropos, me contaba que se había tirado ya a varias, entre jovencitas veinteañeras, hasta maduras de más de 50 años, necesitadas de amor y sexo, y no le creía todas las historias que me contaba, pero yo le seguía el rollo, inclusive me invitaba a estar con algunas de sus conquistas, pero le decía que estaba muy bien sexualmente con mi mujer. Inclusive también chuleaba a todas las hermanas de mi esposa, que aparte estaban muy buenas, pero tenía predilección por mi cuñada Estefanía, Tefy le decimos de cariño, bajita como mi esposa, pero con unas nalgas bien formadas y paraditas, parecidas a las de mi esposa María Inés, pero al ser más joven, las tiene duritas y apetecibles, muy buena que estaba mi cuñada Estefanía, la más buena de mis cuñadas. Esteban el Güero una vez le tiro la onda y según el salieron a pasear y se la tiró, después comentando el tema con mi esposa me dijo que una ocasión los vio platicando, pero que no creía que su hermana se metiera con el Güero, y sentí celos, porque a mí también me gusta mi cuñada Estefanía y en una ocasión se lo pregunte a mi cuñada y me dice enojada que ese tipo está loco, que se hace ilusiones con ella, pero que para nada se metería con ese fulano, yo para calmar su cabreo le digo en broma,¨-Y si yo te tirara la onda cuñada, se me haría contigo¿…y me contesta ya más relajada y coqueta…
–Pues contigo si me lo pensaría cuñado, pijije… Y vaya que se me hizo con mi cuñada Tefy, pero esa ya sería tema para otro relato…Así era de mujeriego Esteban, por eso lo dejo su mujer. Esteban tenía una tienda de ropa en un mercado y dice que, por nuestra amistad, no nos cobraba la ropa interior que escogía mi mujer, y cuando creía que no me daba cuenta se animaba a sugerirle tal o cual modelo, diciéndole que en ella se le vería muy bien, y con disimulo le miraba el bonito trasero que Mary posee. Mi esposa no estaba de acuerdo de que el tipo elegido para mí o nuestra fantasía fuere el güero, decía que no le gustaba, pero seguía insistiéndole con el tema, y también me daba cuenta que en alguna ocasión también le había dedicado algún piropo sutil a mi esposa, cuando íbamos a su negocio como que estaba muy guapa con tal vestido, y ella se le notaba algo receptiva a sus piropos, pues no los rechazaba y solo sonreía. Una ocasión en que estábamos con el güero en su puesto, me pregunto por mi cuñada Estefanía, que ya tenía tiempo que no la veía, y la última vez que la vio iba con su marido que se notaba que no la dejaba sola mucho tiempo, quizás sabiendo lo buena que esta, pero que de eso ya hacía casi un año que no la veía. Le dije que tuvo algunos problemas con su esposo y había caído en depresión que la hizo adelgazar mucho, y que también sus nalgas se le adelgazaron. El güero no lo creía, y le digo para incitarlo.
–Con decirte que ahora las nalgas de mi mujer están mejor que las de mi cuñada Tefy y que las demás de mis cuñadas. –No manches Luis me estás diciendo la neta? – Si no me crees, checa por ti mismo. – Ok, ahorita que venga tu esposa lo checo. –No te pases cabron, te digo que lo cheques con mis cuñadas. –Es broma Luis jajajaja. En eso llega mi esposa de comprar otras cosas y nos despedimos. De reojo vi que el güero no le quitaba la vista al trasero de mi esposa, que ese día vestía unos jeans azules, que le quedaban ajustado y se le veían muy ricas sus nalgas, le vi una mirada de salido que le echaba a las nalgas de mi esposa Mary... …. Ya en nuestra intimidad de nuestro hogar, le comenté a mi esposa de las miradas lujuriosas que el güero le mandaba a ella… Mary me dice que no se había percatado de eso, pero la noté que lejos de molestarse como en otras ocasiones que le mencionaban situaciones de este tipo, ahora se le veía a gusto de que otro tipo la mirase con interés a su atractivo cuerpo. Y hasta se me figura que mi esposa se siente halagada con esas miradas que le dedica el güero. Ante esta nueva situación se me ocurrió poner a prueba a Mary, para ver hasta donde se deja seducir por el güero. Para esto, en la siguiente vez que fuimos al negocio de nuestro amigo el güero, le dije que si me ayudaba hacerle una pequeña broma a mi mujer, que consistía en que les dejaría platicar a solas mientras yo simulaba comprar otras cosas y que aprovechara para piropearla abiertamente para ver hasta donde se dejaba piropear a mi esposa Mary, aclarándole que sabía que mi esposa lo rechazaría ante cualquier intento de seducción, pero que quería hacerle esa pequeña broma, y el güero tan morboso como es, le pareció bien ·”AYUDARME” Así que cuando mi esposa Mary regreso a con nosotros, le dije que iba a comprar unas cosas que ocupaba y que me esperara un poco ahí. Así que hice como que me iba y lo que hice fue esconderme en un local cerca de donde estaban ellos, desde ahí podía escuchar lo que el güero y mi esposa platicaran. Y esto escuche… Y como estas Mary, bien…
-Si güero gracias…-No Mary no es pregunta es afirmación, digo que estas muy bien, te ves muy buena con ese pantalón que te hace se te vea tus pompis muy bonitas, jejeje…-Ay güero gracias jijiji…Y no te sientes solita Mary, ¿porque tu marido viaja mucho no? (yo trabajo en compra-venta de autos usados y viajo seguido a la frontera a comprar autos y los revendo acá en la ciudad donde vivimos) -Te invito a salir un día que estés solita y aburrida…-Nooo como crees güero…-Anda anímate solo sería ir a tomar un café o una copa, lo que tú quieras conozco un lugar que es muy agradable y discreto…-Ay no sé, ¿si se da cuenta Luis, se pueda enojar…-Mira Mary tú la verdad me gustas mucho, me gusta mucho como eres de agradable, tienes un cuerpo aún muy bonito, eres guapa, me gusta tu trasero, sueño con algún día poder acariciar esas ricas nalgas que tienes…
-Ay No güero calla, que cosas dices, eso no puede ser, yo con mi marido soy feliz…-Pero a lo mejor, no quedas satisfecha cuando estas con el…- No Güero, yo me quedo feliz y contenta cuando estoy con mi esposo, Porque dices esas cosas Güero?…- No sé por qué, pero me da la impresión que no quedas bien satisfecha cuando estas con Luis, como que no te llena Mary, creo que tú eres de esas mujeres que en la cama eres muy cachonda y necesitas de un mejor sexo que el que te da tu marido Luis…- No güero yo estoy bien así, con lo que él me da, estoy satisfecha…-Ok, te creo a medias Mary…Y Cuando se va tu marido de viaje? -Creo que el Lunes…-Entonces ese día al cerrar mi negocio paso a tu casa por ti…-No cómo crees güero, no creo poder engañar a Luis…- Pero si nomas vamos a platicar para que no estés solita y aburrida, o que no te caigo bien o estoy muy feo para ti Mary…- No es eso güero, nos caes bien a los dos pero estar contigo a solas no sé, me da miedito, ya se de tus aventuras con otras mujeres y sé que eres de cuidado, jijiji…-Pero si nomas vamos a tomar algo y a platicar, no voy hacer nada que tú no quieras Mary…-Pues No te prometo nada güero, yo te aviso…-Entonces dame tu número de celular y nos ponemos de acuerdo, te marco el lunes y si te animas paso a tu casa para que no estés triste y solita, nos ponemos de acuerdo a dónde quieres que te lleve Si? ...- ¿Bueno, está bien, pero sin compromiso de aceptar he? apuntale…¨¨. Al terminar intercambiando número de sus teléfonos aparecí con ellos y el güero en plan broma me dice -Porque no tardaste más Luis, ja jajá, tu esposa estaba muy a gusto aquí, conmigo, verdad Mary…-Ay este güero como es de bromista, jijiji, ya mejor vámonos a casa Luis que ya es tarde, y se fue adelantando meneando su sensual y rico trasero…pero antes de seguirla, en bajito le pregunté a Esteban que tal había resultado la “bromita”
-Muy bien Luis, se nota que Mary te quiere mucho, cuídala y no la dejes sola mucho tiempo, no sea que alguien la visite algún día que tú no estás y te haga su socio ja jajá …-No creo, yo confío en mi esposa, pero tienes razón, uno nunca sabe…Y ya en casa le pregunte a mi esposa que le contaba el güero, porque la vi muy contenta cuando llegue a por ella, …-Nada importante amor, cosas de su negocio y sus bromas de siempre…-Y no te tiro la onda, no te invito algún lado? ya ves cómo es ese cabron, aprovecha cualquier circunstancia para tratar de ligar a cuanta mujer se le ponga en frente, y ya ves que últimamente te mira con mucho interés, con esa mirada que te echa a tus nalgas…-Ay no amor, como crees, no me insinuó nada de eso… me mentía mi esposa, pues escuche toda su conversación y ahí supe que si me lo ocultaba era porque le gustaba el acoso que le hizo Esteban hace rato...no le insistí más y seguimos sin comentar más del caso…
Por la noche hicimos el amor y en pleno éxtasis orgásmico de ella, me la estaba cogiendo, con ella boca abajo con sus ricas nalgas en pompa. y yo encima de ella le daba profundas penetradas a esa vagina caliente y mojada y aprovechaba para, le volvía a decir que si le gustaría que en ese momento fuera el güero quien se la estuviera cogiendo y como siempre al inicio me decía que no, pero la seguí penetrando fuerte y ahora tardó menos en excitarse y mojarse toda para aceptar que si le gustaría que otro se la cogiera sin mencionar al güero, esta confesión hizo que me corriera de inmediato, llenando su mojada vagina de mi corrida, pero ella aun no terminaba y le dije…-de seguro Así como estaba, el güero daría lo que fuera por estar cogiéndote así como estoy ahorita, te gustaría mi amor. Ella excitada como estaba jadeaba diciendo…-Sii, aaaahhh, lo que tu digas amor, que me la meta quien tú quieras, Hahn, pero sigue dándome más… -Que bien, el güero te gustaría que te estuviera dando ahorita, que te la estuviera metiendo el, he amor…
-Uummmhhh, si, siiii, sigue que ya casi termino, aaaahhhh. Pero yo al haberme corrido pronto no pude darle más, pues mi verga iba perdiendo su dureza y no tuve más remedio que dejarla muy caliente. –Lo siento mi amor termine y no puedo más discúlpame. Ella algo molesta. –No te preocupes amor. También ya terminé… Mentía…Y de seguro pensó en las palabras del Güero… “No sé por qué, pero me da la impresión que no quedas bien satisfecha cuando estas con tu marido, como que no te llena, creo que tú eres de esas mujeres que en la cama eres muy cachonda y necesitas de un mejor sexo que el que te da tu marido Luis”
Seguimos el curso de nuestra vida, batallando yo para dejarla satisfecha en la cama. Y seguimos también yendo al negocio de Esteban, ella era la que se interesaba más en ir al negocio del Güero, la notaba que en realidad le gustaba que Esteban la halagara su cuerpo, porque cada vez se vestía más sugerente con jeans ajustados a su cuerpo, que le hacía lucir sus bonitas nalgas, y yo por supuesto los dejaba solos, y me excusaba de ir a por cualquier de comprar otras cosas, me excitaba notar a mi esposa receptiva a los halagos del güero…Y claro yo me escondía para escuchar su charla, ahora Esteban era más insistente en invitarla a salir con él, y en estar a solas con mi esposa, ella por supuesto se negaba, pero cada vez menos….-…En la última ocasión que la deje con el güero en su negocio escuché que la invitaba a pasar tras el mostrador en donde Esteban se encontraba, a mostrarle unos modelitos nuevos de ropa interior…
-Mira Mary, me llegaron estos modelitos de ropa interior y están muy sexis, como hechos especiales para ti, ven a verlos, pasa por acá…La invitaba a pasar a la trastienda, ella dudando a pasar, volteaba a ver si yo regresaba y al no verme se animó a ver esos modelitos. Mi esposa Estaba feliz viendo esa ropa interior sexi, Esteban detrás de ella muy cerca de su trasero, la rozaba sutilmente con su bofa panza y quizás con una erección…-Llévate ese par de tangas, el rojo y el negro, te quedarán de maravilla y te vas a ver más buena de lo que ya estas Mary, jejeje... al decirle esto, se animó a pasar una de sus manos por la cadera de mi esposa Mary. Ella no lo rechazo, hizo como si no pasara nada, viendo las prendas íntimas, ………, y Esteban animado por no ser rechazado, bajo su mano a tocar sutilmente las redondas nalgas de mi mujer, quien seguía pasiva, dejándose acariciar su bonito trasero, y pude escuchar que Esteban le decía…
-Cuando se me haga ir a verte Mary, quiero me enseñes como te quedan ese par de tangas, seguro te veras increíblemente preciosa y buena. Algo nerviosa se apartó para salir de la trastienda, justo cuando aparecía con ellos, ella al verme y con cierto nerviosismo, me dice… -Ay amor, Esteban me estaba enseñando unos nuevos modelitos de ropa interior que están muy bonitos, me gustaron y me los llevo, paga amor y vámonos a casa…Ya en nuestro hogar le pregunto él porque estaba en la trastienda con el güero, y me dice que solo paso a recoger la roa interior que le había encargado y solo fue a verificar que esas prendas fueran de su agrado diciéndome que en la noche las iba a estrenar conmigo en la intimidad, cosa que sucedió, pero de nuevo no la dejé del todo sexualmente satisfecha. Esa semana me tocaba ir a conseguir unos autos que conseguí a buen precio para revenderlos en mi ciudad, le dije a mi esposa que me iría el lunes por la mañana y regresaría en dos o tres días…Después me entere que mi esposa y Esteban se comunicaban por el móvil, y el güero estaba enterado de que mi esposa estaría sola por al menos dos días. Porque el día antes de irme revisé el móvil de mi esposa y encontré estos mensajes…
Esteban. -Entonces me estás diciendo mi preciosa Mary, que el lunes se va Luis de viaje y te quedaras solita?
Mary -Si Güero, como vez?
Esteban. -Muy bien Mary, entonces mañana te invito a salir y tomar algo, ¿paso por ti en la tarde preciosa?
Mary. -Ay, No se Güero, tengo temor a que nos vean y piensen mal, ya ves cómo es la gente.
Esteban. -Anda preciosa, anímate, conozco un lugar discreto y bonito, te gustará, nadie se dará cuenta.
Mary. -Está bien güero, pero me prometes que solo charlaremos en plan de amigos porque últimamente te noto un poco lanzado conmigo, y mi esposo se ha dado cuenta de tus piropos hacia mi persona y hasta aprovechas cualquier instante para tocarme, ¿crees que no lo he notado?
Esteban. -Caray Mary es que estas muy buena, y no me he podido contener a palpar esas bonitas nalgas que tienes, pero te prometo que cuando estemos tú y yo solos no haré nada que tú no quieras preciosa.
Mary. – Bueno, está bien. Entonces ya me prometiste portare bien güero. ¿A que horas pasas por mí?
Esteban. -Paso por ti después de las 6 de la tarde. Pero antes te quiero pedir un favor, preciosa, te puedes vestir bonita para mí, ¿y ponerte los calzoncitos que te regalé la vez anterior que Luis no se dio cuenta?
Mary. -Ay güero para que quieres que me los ponga, ni que te los fuera a enseñar. Jijiji.
Esteban. -Ándale preciosa, cúmpleme ese favor, aunque no me los muestres, con solo pensar que los llevas puestos para mí y que te sentaran muy bien, ya me siento feliz y cachondo, jejeje.
Mary. -Pues ya veremos mañana a ver si me animo, no te prometo nada güero. Y te pido de favor que esto quede entre nosotros y no le digas nada a nadie. Confió en ti Esteban. Adiós.
Esteban. – Claro que si Mary, Esto es un secreto entre tú y yo. Hasta mañana preciosa. Y le envía una carita feliz lanzándole un beso…
Ante aquellos acontecimientos y los mensajes que le vi a mi esposa en su móvil, tenía claro que mi mujer deseaba y quería algo con el Güero y Esteban también deseaba a mi esposa María Inés. esto en vez de molestarme, me causaba excitación y morbo. Así que estaba decidido a consentir que mi esposa saliera con Esteban sin que ellos se dieran cuenta que yo estaba al tanto de todo. Pero lo que yo deseaba es estar presente y ver hasta donde mi esposa se comportaba con Esteban a solas. Y de esa forma completar totalmente mi fantasía de ver a mi mujer con otro.
Para esto, el día que tendría que irme de viaje, me despedí de mi esposa Mari, notándola un poco tensa o emocionada seguramente por su cita con Esteban, me fui en mi auto y rápido hable con mis socios para cancelar el viaje de negocios y posponerlo para la siguiente semana. Sin problemas me fui a pasar la tarde solo en mi despacho. Planeando la hora de regresar a casa y ver como actuaban mi esposa Mary y Esteban. Por estar ensimismado en mi fantasía, se me paso el tiempo y cuando me quise dar cuenta ya era tarde, casi anocheciendo así que raudo me dirigí a mi hogar para saber si en realidad mi esposa Mary se había ido con Esteban. Por suerte al ir llegando vi la camioneta de Esteban afuera de mi casa, y dentro del auto vi dos siluetas que se estaban besando, era mi esposa con Esteban, ¡se estaban besando! luego bajaron con sigilo mi esposa volteando a todos lados para que nadie descubriera que ambos entraban a mi casa. Encima mi esposa estaba guapísima, bien maquillada, con el cabello recogido en una bonita coleta, portaba un vestidito rojo con escote y ajustado que le llegaba poco más arriba de las rodillas. Yo mismo se lo había comprado para un cumpleaños para que lo luciera en privado conmigo. Decía que solo le gustaba usarlo en ocasiones especiales, y por lo que veo esta era una ocasión especial para ella. Me quedé en mi auto observándolos cuando se metían a mi casa sin que no los viera nadie. Me sentía excitado sin saber que hacer, por un lado, quería entrar e impedir la segura infidelidad de mi esposa con Esteban, pero mi lado perverso y morboso decía que dejara a mi esposa experimentar con otro hombre, pero deseaba verlo, estar presente de esa infidelidad para de esa forma completar totalmente mi fantasía.
Al pasar como 20 minutos me decidí a entrar a mi hogar. Sin hacer ruido me introduje, la sala estaba vacía por lo que deduje que ya estarían en la habitación de nosotros, donde dábamos rienda suelta a nuestros encuentros sexual y fantasías. La puerta estaba entreabierta, se veía una luz tenue, me acerqué con mucho cuidado, sentí la excitación que me producía el saber que iba a ver a mi esposa con otro hombre, me acomodé de tal manera que no notaran mi presencia. Y lo primero que vi fue a Esteban de pie besando a mi esposa, que estaba casi desnuda, solo potaba el diminuto tanga rojo que de seguro se lo regaló Esteban para esta ocasión, luego bajaba a besar sus tetas, las amasaba, las chupaba, mientras le decía que era lo más rico que había probado en mucho tiempo, y eso estaba calentando más a mi esposa que solo gemía de placer. Ella lo tomó de la cabeza para besarse con lenguas entrelazadas, dándose placer ambos. Esteban empezó a quitarse la ropa, quedando desnudo, luego el güero le fue despojando de su tanguita roja para empezar a acariciar la caliente vagina de mi esposa, que estaba empezando a gemir, de pronto mi esposa se fijó en la verga de Esteban y casi se quedó con la boca abierta al ver que era mucho más grande y gruesa que la mía, fácil mediría más de 20 centímetros, con un glande enorme, ella con cierta timidez se la agarró y empezó a palpar y masajear ese tronco venoso y la dureza que tenía, ahí estaban Mary mi recatada esposa y Esteban , dándose placer con sus manos sobre sus sexos y besándose apasionadamente, sin hasta el momento decirse una sola palabra, parecía que solo actuaban por deseo e instinto sexual!!!
Ambos estaban muy excitados, gemían y seguían masturbándose mutuamente, sin dejar de besarse. Luego el la tomo de los hombros haciendo presión para que cayera de rodillas ante él, mi esposa entendió de inmediato lo que tenía que hacer, agarro con sus manitas el enorme tronco de Esteban y empezó a besar y lamer el gordo glande, que ya rezumaba pequeñas gotas de presemen, que ella saboreaba con gula, abrió al máximo su boquita, para poder albergar ese cabezón y empezar a chupar como si fuera una becerrita hambrienta y tratar de engullir más porción de ese grande falo. Mi esposa se había excitado aún más al tener en vivo en su boquita una verga superior a la mía e incremento la mamada, usando su lengua a todo lo largo de ese duro y grande pene, al mismo tiempo acariciándole los grandes y peludos huevos de Esteban, que al sentir ese placer bucal que le daba mi mujercita, se le tenso aún más la verga ante una inminente corrida por lo que la detuvo, pues no quería acabar tan pronto en la boca de mi esposa Mary. Tomándola de las axilas la interrumpió de esa magnifica mamada que lo estaba llevándolo al éxtasis total. Ahora Esteban agarró fuerte la cintura de mi esposa, apretándola a él, y levantándola en vilo, la depositó sobre la cama matrimonial donde varias veces le insistí a que tuviera sexo con otro hombre y ahora estaba allí a punto de hacer realidad nuestra fantasía. Mary quedo acostada boca arriba, estaba mostrando su desnudez a Esteban que, con los ojos inyectados de lujuria, viendo directamente a la vagina húmeda y brillante de mi esposa, ella estaba ligeramente abierta de piernas y presa de la excitación al saber que Esteban al fin se la iba a coger después de haberla halagado y convencido durante las visitas que hacíamos a su negocio…Ahí estaba mi mujercita entregada a Esteban, dispuesta a ser gozada por nuestro amigo el güero.
Esteban sin pensarlo mucho, se posiciono encima de mi mujer, con su bofo peso sobre el pequeño cuerpo de Mary, besándola y masajeándole sus grandes tetas, para después con su mano tomar su erecto y colosal falo y pasarlo por el bonito sexo de labios rosados, suaves, algo abiertos y brillantes por lo mojada y caliente que estaba mi mujercita, colocó el grueso glande en la entrada de la encharcada vagina, y de un certero golpe de cadera se la incrustó de una sola hasta el fondo de la encharcada vulva de mi esposa…En la semi oscuridad vi como esa verga desapareció en el mojado y caliente orificio, hasta que los huevos de Esteban chocaron contra la parte baja de su vagina.
-Aaagghhhhhh, se escuchó el grito de placer de Mary al estar llena con aquel pedazo de carne dura que se gastaba Esteban. Estando encima de mi esposa, empezó a bombearla con un mete y saca lento pero constante, veía como a pesar del pesado cuerpo de Esteban sobre el menudo cuerpo de mi esposa Mary, ella movía sus caderas levemente acompasando las clavadas ahora más fuertes que le propinaba el güero movía también sus bellas piernas abriéndolas al máximo, para que las penetraciones fueran más libres y profundas, gozaba al máximo mi cachonda esposa, quien ahora rodeaba con sus brazos el obeso cuerpo de su amante, atrayéndolo del cuello hacia ella para besarlo con pasión, le comía literalmente la boca al güero…Yo estaba excitado ante tal escena, que cumplía con creces mi fantasía deseada, así que los siguientes minutos quede observando ambos nuevos amantes fornicaban en nuestra cama matrimonial, sin siquiera advertir mi presencia. Ahora Esteban besaba de nuevo a mi esposa en sus gordezuelos labios, luego el cuello, lamiendo, hasta llegar hasta sus grandes y redondos pechos, succionando sus pezones como niño hambriento, y mi mujercita ensartada y chupada, gozando al máximo. -Umm Mary, cuanto deseaba tenerte así, eres una diosa para hacerme gozar, me encantan tus pechos, Mary, en verdad que me vuelven loco. Note que el orgasmo estaba cerca, conozco las reacciones de mi esposa y se le estaba tensando su cuerpo seña que le venía su orgasmo, después de unos 10 minutos desde la penetración, y abrazada con fuerza al cuerpo de Esteban, lanzó un gemido ronco anunciando su acabada…-Aaaaagggghhhhhhhhh al terminar, mi esposa quedo relajada sobre nuestra cama matrimonial, mientras Esteban dejaba de bombearla para que mi mujer disfrutara de su orgasmo con su verga aun incrustada hasta el fondo de su caliente vagina. Me sorprendió que Esteban aguantara sin correrse, estaba demostrando ser un buen amante. La desclavo suavemente para dejar descansar un poco a mi agotada Mary, quien quedo relajada para descansar un poco. Esteban se levantó y le dijo a mi esposa que iba a la cocina a por una bebida, que el ejercicio le había dado sed. Yo en silencio me fui de mi escondite y me dirigí a una habitación para que no me vieran que estaba ahí presente viéndolos…-…-
Aun escondido y sin hacer ruido vi como Regresó Esteban con unas latas de cerveza que yo tengo en mi refrigerador. Le dio dos buenos tragos a su cerveza y la dejo en el buró, para observar a mi esposa que seguía recostada en medio de nuestra cama matrimonial, recostada de lado, tapada con la sabana de forma pudorosa. El güero desnudo y con su verga aun erecta, se recostó a un lado de ella. Retiro la sabana para acomodarse detrás de ella en la posición de la cucharita, quedando sus nalgas rosando con la dura verga de Esteban, mi esposa se rosaba instintivamente, moviendo sus nalgas, para sentir más la dureza de aquella hinchada verga. Estaba tremendamente excitado al ver toda esa acción, y más cuando la mano de esteban acariciaba la cadera de Mary para restregarla más a él, mientras le chupaba la oreja por el lóbulo para mordisquearla, conozco bien a mi esposa y sé que esas caricias le encantan y la excitan aún más. Mi esposa gimiendo, pasó su mano hacia atrás de su cadera para palpar y acariciar ese gordo y duro rabo. El güero le dijo suavemente al oído que, si le gustaba y que, si ya lo quería tener todo dentro de ella, mi esposa giró la cabeza y entre gemidos le dijo que se lo metiera ya, que estaba muy excitada ya, el güero aprovecho para besarla con lengua, ella correspondió de igual forma. Entonces Esteban subió con su mano, uno de sus muslos, para dejar expuesta la chorreante vagina de mi caliente mujercita, y llevando el inflamado glande a la entrada, la frotó mojándose con los fluidos que emanaba mi excitadísima esposa. Entonces empujo con un golpe de cadera y la empezó a penetrar no sin problemas, por la posición y el tamaño de aquella gruesa verga, escuchando un ahhhhh de placer por parte de mi esposa al estar ensartada y gozando del mete y saca que el güero le estaba propinando a mi caliente y entregada esposa.
Después de un rato de estarla gozando asi, Esteban la desclavó y la colocó boca abajo, se puso encima de ella y la volvió a ensartar desde atrás, agarrándola de sus caderas y nalgas aprisionándola sobre el colchón, la penetraba más fuerte y profundo con su gruesa y chorreante verga, bañada de los fluidos que soltaba la caliente vagina de Mary. Quien apenas podía moverse ante los envites que recibía con gusto, pues ahora no gemía, sino que ahora se le escapaban alaridos de placer, y pedía que le diera más fuerte. Esteban algo agotado la sacó y levantándose de la espalda de Mary, se acostó y agarrando el frágil cuerpo de mi mujer, la hizo que se sentara sobre su dura estaca, clavándosela entera de nuevo, de espaldas a él, quedando sus nalgas a la vista del güero, quien tomándola de sus nalgotas irle marcando el ritmo de cada penetrada. En esta posición mi esposa se corrió en un largo orgasmo que lo noté por el grito de placer de ella, y vi cómo le mojó con flujo blanquecino los grandes y peludos huevos de Esteban, quien aguantó como pudo para no venirse pues era claro que quería seguir gozando más a mi linda esposa, así que sin perder tiempo, la puso en posición de perrita, quedando expuesto su grande trasero ante la lujuriosa mirada del güero, que empezó a acariciar esas bonitas nalgas de mi esposa, para luego dirigir su imponente tolete e incrustárselo de una en la húmeda vagina de mi entregada mujer. Esto fue mucho para mí que aumento mi excitación, viniéndome en mis calzoncillos de tener mi vista fija en mi esposa Mary, que estaba en cuatro, con su culo en pompa con sus tetas aplastadas en una almohada y sus manos aferradas a la sabana, recibiendo las estocadas del güero, quien ahora la bombeaba a un ritmo acelerado y potente, sujetándola firme de sus caderas para tener apoyo y darle con todo a mi caliente Mary que no dejaba de bramar, de repente fue disminuyen de ritmo de las estocadas para que ahora era mi esposa que solita se moví engullendo solita esa tremenda verga que la estaba haciendo disfrutar al máximo. Ahora esteban puso su mirada en el anito de mi esposa, lo empezó acariciar con la yema de su dedo, usando el lubricante que ahí había-
- ¿Qué bonito culito tienes Mary, te la ha metido Luis por aquí?
-No, nunca Güero, no me gusta, porque dicen que duele, hash, ummmmmm. Seguía disfrutando Mi esposa con la verga de Esteban aun incrustada hasta el fondo de su vagina.
-Me dejas que te la meta por tu culito? Le dijo Esteban, mientras seguía masajeando el culito de mi esposa, tratando de introducirle el dedo, que al parecer le estaba gustando eso que le hacían.
-No güero, no insistas, aahhhh gimió mi esposa al sentir como el dedo del güero iba introduciéndose poco a poco en el culito de mi esposa. Esteban le sacó la verga de la chorreante vagina de y se dedicó a preparar el culito de mi esposa que seguía en la misma posición, dejándose hacer.
Nunca hubiera imaginado que alguien le hiciera eso a mi esposa, y que ella lo estuviera disfrutando, por los constantes gemidos que salían de la boquita de ella.
-Anda Mary, que te lo voy hacer con cuidado para que no te duela y lo disfrutes, de acuerdo mi amor?
--Ay güero, solo porque me tienes muy caliente, pero házmelo con cuidado, una vez Luis lo intentó y me dolió tanto, que ya no me dejé,
-Es porque Luis no te lo preparaba y no te calentaba como ahorita te estoy calentando amor, Te prometo que, si te duele, paramos, si mi culoncita preciosa?, -le decía mientras le seguía estimulando el esfínter rosadito de mi esposa, que, entregada, se dejaba hacer.
-Está bien amor, dejaré que me hagas, por completo tu mujer. respondió mi esposa María Inés con voz ronca de la excitación que tenía, y por primera vez lo llamo amor al cabron de Esteban…Quien aprovecho, el estado de excitación de mi Mary para besar con pasión a mi esposa. Esteban seguía estimulando y dilatando el culito de mi esposa.
-Relájate mi amor, empezó a meterle el dedo gordo, creí que le costaría, pero al parecer Esteban sabía lo que estaba haciendo, mientras mi esposa soltó un agudo quejido, aguantando la labor en su culito. Entonces Esteban cogió su dura verga y de una estocada se la clavó entera en su encharcada vagina, dejándola un momento ahí, para sacarla embadurnada de los flujos seguro para que entrara sin lastimar mucho a mi sabía caliente mujercita, quien seguía gimiendo excitada.
-Ahora si mi culoncita preciosa, ahí te voy. Esteban escupió un poco en su culito y puso el mojado glande en la entrada del dilatado ano y presionó un poco, hasta que la punta logro entrar no sin dificultad…
-Ay, duele Güero, sácala, la siento muy grande, mmmhhh, dijo mi esposa apretando los dientes.
-Calma mi amor, relájate, ya entro la punta.
-AUH, Güero, no te muevas, déjala así, para acostumbrarme, mmmhhh. Sin embargo, el culo de mi esposa fue cediendo. Esteban empujo otro poco y se la clavo hasta la mitad, se detuvo un poco y vi que mi esposa reculaba, ensartándose ella solita, con dolor y placer. La penetración fue sin duda complicada me imaginé que Mary estaba nerviosa, pero bastante caliente, no debía ser fácil para ella el sexo anal, nosotros lo intentamos y no lo pudimos realizar quizá Esteban tenia razón, no la calenté lo suficiente como Esteban, que si lo hizo, y ahora ya tenía a mi esposa en cuatro y con su gran verga casi enterrada toda en el culito de mi esposa Mary.
-Así culoncita, ya casi te la comes toda, hummmm. Gozaba el cabron de Esteban. Quien la tomó de sus caderas y empezó un movimiento de entrada y salida del relajado culito de mi esposa, quien ahora ya recibía esa dura estaca hasta la raíz.
-Hahn, mmm, hash, que ricoooo, disfrutaba ya mi esposa de la enculada que le estaba dando Esteban. Quien ahora aumento el ritmo de las embestidas, por unas más fuertes y profundas, casi salvajes, pero mi esposa estaba encantada, recibiendo las duras estocadas. Esteban la jalaba de las caderas con fuerza, para profundizar aún más en el culo de Mary. Quien, por su comportamiento, gozaba del enculamiento recibido, y ya totalmente entregada a Esteban empezó a gritar…
-Ahhhh, siiii, que rico me lo haces güero mi amor, ahhhhh, que bien se siente, ahhhhmmmm. Ella seguía reculando, ofreciéndose ya de forma impúdica a su dueño en ese momento, a su ya inminente amante…
-Te gusta mi amor, mi culoncita rica, mmmmm. Ahhhhh, que rica estas, que sabroso culito tienes mi amor, y es solo mío, ahhhhh, mmmmhh, y tu ahora eres mía, solo miaaaaaaa…
-Sii siiiii, soy tuya mi amooor. Ahhhhhhh. Que rico me abriste mi culoooooo, mmmmmhhhhh. Mi culo ya es solo tuyo, dame así fuerte, mi amooooor. Ahhhhhh…La tenía al borde del orgasmo…Mi esposa empezó a gemir más fuerte y profundo.
-Aaaahhhhhh, me vas hacer correr, Güero mi dueño,, mi amor, siiiiiiiii, me corro, me corrooooo, aahhhhhhhhhh.
-Yo también me corro, te voy a llenar tu culito de mi semen, toma mi putita culona, ahhhhhhhhhhhggggg…Y vi como esa rígida verga estaba toda dentro del culito de mi infiel mujer, y sus peludos huevos pegados al redondo, blanco y bello trasero de mi linda esposa, quien seguía echando su culo hacia atrás para que le llenar bien su culito de la espesa leche de Esteban en lo más profunda de sus entrañas. Ambos llegaron a correrse casi simultáneamente… Agotados cayeron exhaustos ambos en nuestra cama matrimonial. Esteban encima de mi esposa María Inés aún con su verga incrustada en su culo. Se pusieron cómodos y abrazados trataron de dormir. Yo con sentimientos encontrados de excitación e incertidumbre, me retiré en silencio y los dejé ahí. Con la idea de hablarle por el móvil a mi esposa para decirle que mi trabajo se canceló e iba de regreso a casa…-…
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Reviewed by xx
on
julio 17, 2022
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Excelente bien detallado todo, Existe segunda parte?
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